Por que no todo es matemáticas (gracias a Dios)

Les quiero dejar este escrito hecho por su servidor. En otros lugares han casi deificado mi manera de redactar (no quiero parecer presuntuoso, pero así es) Pero todos los q lo hacen son amigos o conocidos. Acá, a menos q nos lo digamos explícitamente en una u otra oportunidad en los salones o pasillos, no nos conocemos. (Yo no, al menos ) Es por eso q casi por primera vez en mi corta carrera como escritor amateur, busco opiniones frías e imparciales.

Tengo más de donde vinieron, entre ellos poesía Pero no creo q a ningún ingeniero le guste leer cosas romanticonas de parte de otro ingeniero (A menos q sea gay, pero en ese caso, yo paso)

Dejen sus comentarios. Si quieren leer más, avisen. Si no, pues no.

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Diálogos con el espejo.

Cuenta una leyenda, que en los tiempos antiguos, antes incluso de la llegada de los europeos, existía en algún lugar lejano del conocimiento y entendimiento actuales, un espejo líquido, un ojo de agua portátil que revelaba la verdadera identidad de quien en él osaba reflejarse. Se dice que muchos, vencidos por la curiosidad, asomaban la mirada hacia ellos mismos, encontrando decepción, locura o muerte. Luego, tras las guerras de conquista, el espejo se perdió en algún lugar de alguna ciudad y nunca más se supo de él. Hasta hoy,

Ustedes me conocen, saben cómo soy, qué hago y que no. Tengo una hermosa novia, que no dudará en decirme algo si yo se lo pido. Pero... ¿qué si quiero saber quién soy? El espejo está a mi lado, justo mientras tecleo estas letras, que ustedes estarán leyendo para cuando acabe esto. Parece, digamos, interesante, que al momento que esto sea publicado mi vida habrá cambiado enormemente. No sé que pasará, tampoco sé cómo es que dicen que otros llegaron a la locura, a la decepción... a la muerte. No sé que pase cuando descubra el velo que oculta el acuoso vidrio que me reflejará algo que quizás no quiero ver. Sólo sé que mi corazón late emocionado ante lo que está pasando ahora. Quisiera poder compartírselos de una manera más humana, más... íntima. Pero conocen mis limitaciones. Sólo espero que me tengan fe, y que si no disfruten, al menos me acompañen en esta pequeña y extraña aventura. En especial tú, sí tú que me lees ahora. Los demás sabrán a quién me refiero.

Retiro ahora la tela. Veremos que pasa.

Por ahora, sólo me veo a mi mismo, muy pálido y con cara de susto. Me atrevería a decir que esto no es más que una farsa, creo entender la decepción que... no, esperen... Ahora veo algo. Tengo miedo... mi falsa risita que acabo de lanzar no funciona. Mi reflejo cambia.... mi cara se oscurece, mis ojos destellan en un fuego verde, enfermizo... no sé cómo explicarlo... Todo se nubla... Creo... creo que no debí hacer esto... dejaré de escribir... sólo... sólo..

—Alguna vez te has preguntado... ¿por qué te ocultabas bajo esa máscara?

—Disculpa, pero creo que tú eres la máscara. En primera... yo no soy tan... oscuro.

—Eres patético. Sabes que yo soy tu verdadero ser, yo soy el que está detrás de esos ojos de vaca, acuosos, irritados por tu estúpida exposición a esta máquina. Niño idiota. ¿Acaso crees que estando aquí haces algo productivo? ¿Algo que te catapultará de manera nunca antes vista por el hombre, la aberrante raza humana, hacia una especie de ilustración divina que solo tú podrás entender? No, no... quizás me equivoco. A lo mejor el estar ahí, absurdo, tiene una tierna y loable acción que todo mundo entiende. Vamos, dime, falso Daniel, que es lo que te mueve.

—Bueno... en primera todo esto que hago... no es para mi.

—¡Qué tierno! Sacrificas horas de sueño por alguien más. Sí, bien pensaba yo que tenías una acción humanitaria. Dime, ¿si quiera sabes si apreciarán tu “notable esfuerzo”?

—¿En verdad mi yo “real” tiene que preguntarlo? Quiero suponer que ya sabes la respuesta. Asumiendo, desde luego, que en verdad eres real.

—Soy real. Sabemos que pasaba con ese espejo, todo esto que vives ahora es auténtico. Sé la respuesta a todas las preguntas, soy la parte perfecta de tu ser que clama salir a flote. Pero en lugar de hacerme caso, te adentras en tu mundo de fantasía, en tu marco social al que pretendes satisfacer, antes incluso de ti mismo. Vives bajo una sociedad que te impone reglas sobre lo que comes, lo que lees, lo que miras en la caja idiota. Vamos, estás tan interesado en seguir el molde que tu entorno te ofrece, que hasta sufres por el hecho de que once hombres en calzoncillo, que por cierto, ni saben que existes, sean derrotados en una extensión cuadrada en una especie de deporte vulgarmente rodeado de consumo. Bien se dice que es estúpido que veintidós hombres corran tras una pelota... pero, ¿te confieso algo? Es más estúpido ver que existe otro hombre, llamado árbitro, que corre tras esos veintidós individuos. Y a él le visten de negro y le hacen creer que tiene poder. ¿Escuchaste? Poder sobre ellos. Poder, poder, poder. El sistema les hace creer que pueden llegar a tener poder y eso... eso los seduce, los ciega, los trastorna...

—Estoy de acuerdo contigo con el tema del poder... Pero, algo que debes saber es que en el fútbol, hay sentimientos...

—¡No, no! No digas estupideces. Aquellos que dicen amar el fútbol, no son más que personas que buscan desesperadamente llenar su patético vacío existencial. Fanáticos que no recibieron en su niñez o en su juventud lo que ellos buscaban. Son gente frustrada, enferma. Incluso... incluso el amor en todas sus formas no es más que una excusa para escapar de la realidad... El hombre es una criatura que busca un propósito, una explicación a su existencia. Y para suplir la cruda realidad... el propósito de esta vida es acabarse... fundirse en la nada, desaparecer. Seres que tienen aires de grandeza y se inventan la trascendencia, la vida después de la muerte... Mira cómo se pegan cual suciedad a la idea de poder... El hombre tiene, según tú sociedad, tanto poder que incluso después de que su fláccida piel se pudre en la tierra, todavía puede regresar de la nada y hacer más... ¿Más que? Más nada, eso son en verdad. Nada. Y, ¿cómo combates la nada? Inventando algo tan insípido, tan trivial, tan soez... tan voluble, como el amor.

—Mientes....

—Iluso... ¿eres de los que creen en el amor? ¿Crees que aquel lindo rostro, el cual no ves desde hace tiempo en verdad te—

No sé cómo pasó. Ahora estoy frente a mi versión maldita, y la sostengo con ira, por los pliegues de un ropaje negro. Irritado, lo estampo contra una pared que ignoro de dónde viene, o si en verdad existe. El Daniel que viste todo de negro ríe, burlándose. Su risa cortada a tiempos de pronto me seduce... como si identificara mi risa en la suya... pero reacciono y le hablo, escupiéndole a la cara.

—Ni te atrevas a hablar mal de ella.

—Ja ja—ja ja... me emociona saborear tu enojo... Al fin empiezas a sacarme... con algo de suerte, seremos al fin lo que debemos ser. —Le golpeo en la mandíbula. Saborea el hilillo de sangre que mana de sus encías, sin dejar de reír.— Adoro el sabor de mi propia sangre... es como te aseguras de si en verdad... ja ja.. en verdad eres tú... ja ja ja— Retrocede, limpiando con el dedo la sangre que le colorea el labio. La prueba. Yo me controlo... espero su siguiente acto, esperando manterner la cabeza fría.— Dime, pequeño tonto... ¿porqué te tomas la molestia de creer en el amor?

—En primera, está eso que mi familia siente por mi. Mi novia, los amigos, la gente que me estima... Eso que de dan es amor.

—No digas las palabras de siempre. Eres listo, aún bajo eso que pretendes ser. Tu familia te dice amar porque simplemente fueron los instrumentos que la Evolución y al Azar se juntaron para que llegaras a vivir. Si ellos, tus padres, no se hubiesen conocido, no te amarían. Los padres creen que es una obligación amar a los hijos, por muy malditos que sean. Es patético, ¿verdad? La señora obesa que tras la ventanilla del Ministerio Público berrea clamando la inocencia del pedófilo de su hijo. ¡Feliz y dichoso el padre que tiene el suficiente valor para juzgar a su propio hijo! Y antes de que me interrumpas. El también gastado concepto de que hay un ente divino que nos ama y nos irradia con su amor, Él que según sus cuentos de fantasía hace por medio de artilugios mágicos que ames... no es más que otro intento de buscar tu propósito de fantasía. Adivina quién inventó a tu Dios... tu sociedad. Tu mundo. Y, fiel a él, te unes a sus reglas... y crees al invento más ridículo de todos. Dios. Dios que te ama... ¡bah! Das gracias a él el haber conocido a tu chica... que hayas podido ser partícipe de su amor. ¡Vamos, eso me conmueve! Pobre hombre, que confunde el amor con la reacción química del apareamiento, con la identificación de tus temores y culpas... no buscas la compañía de un ser querido. Buscas a quién dejarle tu falsa idea de propósito, buscas como energúmeno que alguien te diga que no eres un feliz solitario, o un simple juguete de tu Dios...

—Pobre idiota... No sabes que amar es, por cierto, no buscar la satisfacción propia que dices. Es buscar la de la otra persona. Si tienes la idea de que quien ama busca exculpar sus supuestos pecados, su propio bien. Entonces no eres más que una burla, tú si soez, de lo que dices que soy. Por que yo no creo en el amor que tu pregonas. Yo creo en el sacrificio, en la entrega. En que amar se traduce simplemente en alegrarse con los logros de quien amas, de ser dichoso con hacerle reír, hacerle soñar, hacerle suspirar, hacerle ver que tú también puedes ser algo en la vida, cuyo propósito sólo hay que buscarlo, o forjárselo. Y quien me ama... quien me ama busca lo que yo busco en quien amo.

—Ya veo... crees que en verdad eres un santo, un Iluminado. O... o eres un imbécil que no entiende que sólo buscas alimentar la idea de que en verdad eres algo más que una masa de células irregulares que transporta y desecha mierda regularmente... Oye, ¿y a quien dices amar comparte tu grandiosa idea?

—Sí.

—Claro, olvidaba que la idea de amar se puede traducir en el mutuo langüeteo de huevos para escapar de la idea de que todos, en especial los que aman son unos hijos de— Esta vez no me puedo controlar. Sé que no soy él, sé que no vivo en un mundo donde sólo el odio y el individualismo puede sacarme adelante. Sé, por lo tanto que soy más fuerte. Mejor.— Hazlo, hazlo... haz lo que te propones, quizás puedas luego cubrirme a besos para que recapacite, ¿no es así? El amor todo lo cambia, ¿no? Ja ja ja ja. Incluso te ciega, te hace un pobre iluso que ve oro en donde hay excremento, ¿no? Ja ja ja ja.

Golpeo su rostro, furioso. Cae al suelo, me inclino y le sigo golpeando. Trata de levantarse, pero le obligo a que permanezca tirado. Entonces me levanto y lo pateo. Él, sigue riendo. Él no soy yo, yo no me comporto como él. Su rostro está cubierto de sangre, y ya no hace esfuerzo alguno por levantarse. Ríe como maníaco, como desando más. Sus ropas negras se tiñen de rojo, el destello rojo se apaga. Agotado, caigo al suelo, de espaldas. Él ya no se mueve. Pero yo me convulsiono en el piso, presa de una alegría insana. Río. Visto de negro, y ahora veo el espejo que muestra un cuerpo sin vida que viste la playera roja que portaba al principio. Cubro el espejo con la tela. Siento en mis facciones los músculos que distorsionan mi rostro y voy al baño a verme en el espejo.

Ahora, yo soy él.

jaja sin ofender pero los ultimos renglones...suenan como si te estuvieras balando y sales para verte al espejo y ponerte la toalla para secarte xD

Algo relacionado con el texto anterior, surgió más como una forma de desahogo. Que, por cierto, se dió de forma drmática... Lo pongo para que se aburran un poquito, ja ja.

El abismo me atrapa, me hunde
me sostiene con su garra
me clava en la arena que me come
que me desgarra la piel
que luego me expulsa violentamente
al mismo muladar de agua sucia
me asfixia y me corroe las entrañas de la piel lacerada
y, tras regenerar la herida,
me vuelve a tomar,
me golpea, me regresa a ese ritual
a la sangre que escurre y que llora
llora no poder escapar,
llora ser el esclavo de su maldita negrura
de su asquerosa sonrisa que se burla
de mi dolor, de mi angustia.

Sálvame, te pido
los dioses me han cazado y perseguido
no soy digno de haber vivido
su estricto mutismo
sus reglas que el hombre redactar convino
me juzgan, me señalan, ordenan al abismo que no me suelte
Quiero aplastar a ese dios maldito
arrojar sus despojos a su creación malévola
hacerle saber que no es perfecto
el libro horrendo juzga mal su condición de perro

Sálvame, te ruego
quiero conocer la luz de nuevo
dejar dereírr en como energúmeno poseso
observar mi rostro limpio de nuevo
sin la pintura que oculta la condición
de la emoción que hoy siento.

Sálvame, te ruego
el espejo, el maldito espejo
no quiere regresar
mi yo, mi ser verdadero.

:O esta esta chingona! :good!: :good!: :good!: :good!:


No es que sea gay como tu dices jajajjaa pero ps me gusta leer y por pura curiosidad te leo xD

mene143 escribió::O esta esta chingona! :good!: :good!: :good!: :good!:


No es que sea gay como tu dices jajajjaa pero ps me gusta leer y por pura curiosidad te leo xD

Gracias! En cuanto pueda, subiré otros. Ando con mi blogspot también, iniciando. Pero por comodidad, acá pongo unos...
Ah, las caritas sonrosadas tampoco significan q sea gay jajajajaja

chida historia

Maldito seas amor
que se caigan tus alas, triste cupido
y que se hunda tu rostro, como se hundió el mío.

Que se sequen todas las rosas y flores
que se mueran todas las lindas canciones
y que en su lugar nazca lo horrendo
que brote de la carroña ese temido espejo
que nos muestre sin misericordia
lo ridículo de nuestra verdad sosa.

Que se desnude la verdad del dolor del olvidado
de la arbitrariedad del que te ha traicionado
que se muestre ante los ojos babosos
la ira contenida de quien ha sido insultado
por aquellos labios melosos
que olvidaron pronto lo que pasó con otros.

Maldito seas, amor eterno
vete a la mi3rda, vete al infierno
ahógate pronto, en tu falsa sonrisa
que tu alma se pierda, que no halles salida.

Maldito sea, el sentimiento más bello
maldito seas, suspiro del cielo
Amor, dulce flagelo,
maldito seas por haberte perdido
por haberte seguido, por haberte creído
por soñar en ti y esperarte en este martirio
Maldito seas, bendito amor, por ser tan bello.